El Leyma Básquet Coruña vence en Lugo armado de carácter e inteligencia

Ajustadísima e ilusionante victoria del Leyma Básquet Coruña ayer noche en el Pazo de Lugo, con tan solo un punto de diferencia (75-76) sobre el Café Candelas Breogán, lo que sitúa a los naranjas a tan solo una victoria de distancia de las semifinales de playoff. Por su parte, los celestes necesitarán ganar el domingo en su cancha para forzar el quinto partido el martes en Riazor, dentro de la actual serie de cuartos de playoff para el ascenso a la ACB.

Los coruñeses no tropezaron dos veces en la misma piedra y, a diferencia del segundo #derbiromano jugado el pasado domingo, salieron al cien por cien desde el minuto cero y en buena parte marcaron el ritmo del encuentro. Aun así, la máxima ventaja del Leyma Básquet Coruña solo fue la de ocho puntos alcanzada en el primer cuarto, la misma que tuvo el rival en su mejor momento en el marcador, a seis minutos del final, en un partido menos anotador que los dos anteriores y una vez más muy igualado.

Entre los méritos que Tito Díaz destacó de su equipo al acabar el choque fue su paciencia y su fortaleza mental para no romperse cuando los locales le dieron la vuelta al luminoso en un apretado tercer cuarto, ni cuando estos parecían escaparse definitivamente mediado el último parcial. Por el contrario, suplieron su menor experiencia en disputas de playoff a base de carácter, inteligencia en jugadas clave y confianza en su estilo de juego. Como señaló el técnico al finalizar el encuentro a Radio Galega, esa noche muchos de sus jugadores “maduraron 10 años”.

El preparador naranja quiso felicitar una vez más al público de Lugo, asegurando que “si hubiera muchos públicos así la liga LEB estaría a otro nivel”, e hizo otro tanto con los aficionados coruñeses que se desplazaron a apoyar al Leyma Básquet Coruña a la difícil pista del Pazo. “Es la primera vez que movemos a más de cien personas para un partido y nos han apoyado muchísimo”, subrayó.

Un reconocimiento de Tito Díaz que los jugadores respaldaron igualmente, acercándose a saludar a los suyos a la salida del pabellón antes de subir al autobús de regreso a casa. Una vez más, este equipo ha demostrado que sabe ganar en la cancha y en los corazones.