Crónica Inf Fem Leyma: Náufragos

La ventaja del náufrago es que está solo y tiene todo el tiempo del mundo para pensar que salió mal…a nosotras nos persigue el calendario. Porriño inaugura esta segunda fase. Rival desconocido para tantear al grupo sur, tan necesitado de alegrías como las locales.

Salimos preparadas mentalmente para un partido duro con defensas intensas y nos vemos 6 abajo nada más comenzar. Un poco de orden y ya estamos en marcha, aunque arrastramos la desventaja el resto del cuarto: (8-13) y el afán de tomar el mando de una vez. Pero el segundo cuarto nos demuestra que no estamos siguiendo todas el mismo guión, los cambios en defensa nos desconciertan totalmente y no acertamos con el aro rival (4-9). 10 puntos al descanso son un serio toque de atención para lo que queda de partido. Es difícil atacar zonas cuando se supone que te estás formando como jugadora, pero aquí hay que arremangarse y a la tarea. Si corres no se colocan, y a ganas no nos deben ganar. Salimos en tromba defendiendo desde la línea de fondo rival, y de repente te llueven monedas. Recuperaciones increíbles que provocan canastas inmediatas y tiempo muerto del rival cuando nos ponemos a 2 puntos. La magia otra vez. Pero la cerilla se apaga y aunque ganamos el cuarto (12-7) aún queda faena. En el último cuarto, Porriño encuentra de nuevo el camino al aro y un escaso (7-10) acaba con las esperanzas que, eso sí, duraron 38 minutos.

BÁSQUET CORUÑA LEYMA (8+4+12+7) 31: Laura Ibáñez, Inés Herrero, Sara Lara, Sofía Cernadas, Adela Villar, Nuria Catoira, Candela Rodríguez, Martina Gutiérrez, Mayte Villca, Sara Fernández y Gabriela Vizcaíno.

Entrenadoras: Edda Beltrán, Olalla Luaces, Laura Pozo.

PBB A (13+9+7+10) 39: Philippon, S., Martínez, Bastos, Giráldez, Amado, Rodríguez, Philippon, L., Baz, Martínez, Rodríguez, Vaqueiro, Russell.

Entrenador: Díaz, M.

Hazme caso. Mírame a mí. Ya sé que hay mucho ruido ahí fuera, pero el partido es tuyo. Entrenas cuatro días a la semana para ganarte lo que estás haciendo ahora. Y si estás aquí es porque has sudado la camiseta tanto como la que te da el cambio. Pero hazme caso, juguemos todas a lo mismo.

Volvamos a conectar la neurona y despeguemos, tú no te acuerdas pero lo sabes hacer. Y todos creemos en tí.