Prometía ser un viaje tranquilo, en avión con escala en Madrid, uno de los pocos largos viajes que no suponen largas horas de autobús y que maltratan lo cuerpos de los jugadores y cuerpo técnico. Con tiempo para descansar y relajarse en destino llegando el día anterior al partido. Sin embargo todo se torció y lo que podía salir mal salió peor y sin ninguna colaboración ni facilidad por parte de la FEB ni del equipo rival, el Melilla Sport Capital.
Pero empecemos por el principio. El equipo se reunió como es habitual en la explanada del Palacio de Deportes de Riazor (#OFornoDeRiazor) a las 7:45h de la mañana para desplazarse juntos al Aeropuerto de Alvedro, para coger el avión rumbo Melilla con escala en Madrid. La salida a las 09:10h si problemas y llegada a Madrid a las 10:10h. Hasta ahí todo perfecto, mitad del “trabajo” hecho.
Todo se tuerce en Madrid. Tras 3 horas sin información de la salida del vuelo a Melilla, previsto para las 13:00h, Iberia informa de retrasos sucesivos para finalmente cancelar el vuelo a las 14:00h. Tras más de 3 horas de colas delante de los mostradores de Iberia, nos informan que no pueden recolocarnos en ningún vuelo del Sábado ni el Domingo con destino Melilla, es decir, nos impiden desplazarnos a disputar nuestro partido. Ante esta situación, el club contacta con Melilla Sport Capital para solicitarles un aplazamiento del partido al lunes o martes ante la imposibilidad de continuar el viaje o cualquier otra fecha más adelante. Melilla se cierra en banda y nos dice que el partido se tiene que disputar si o si, pues no disponen de instalación para disputar el partido ni el lunes ni el martes ni les interesa aplazarlo para más adelante, que el viaje es un problema nuestro y que quizá podamos realizarlo desde Málaga.
Ante la falta de comprensión y facilidades por parte de Melilla, la dirección del Leyma contacta con la FEB, a lo que esta responde que si no hay acuerdo entre los clubes, será el Juez de Competición el que dilucidará si se puede considerar un aplazamiento por Fuerza Mayor, pero que nos exponemos en caso de que no lo considere así a ser sancionados económicamente y en la clasificación quitándonos puntos, además de dar por perdido el partido. No nos queda otra que ajo y agua, y buscarnos la vida. Son ya las 18h de la tarde del sábado y aún estamos en Madrid.
Tras múltiples conversaciones con Iberia y tras más de 11h en el aeropuerto, nos ponen un autobús a las 21:00h dirección a Málaga (550km) donde llegamos a las 03:30h de la madrugada del domingo al hotel ¿a descansar?. Ante la falta de plazas en los aviones, Iberia distribuye a la expedición en 3 grupos, el primero sale a las 07:30h del hotel, y el resto más tarde. El primer grupo llega al hotel de Melilla a las 10:00h de la mañana, el segundo a las 11:25h y el tercero a las 13:00, tras un viaje de casi 30 horas, sin descanso y a 4 horas del partido.
El viaje ha sido tan rocambolesco, con alteración de las pautas de descanso y alimentación que el Leyma disputará a las 19:00h el partido de la jornada 28 ante Melilla descentrado por unas circunstancias ajenas, y con una total y absoluta falta de comprensión y facilidades por parte del equipo rival.