Crónica Basquet Coruña 08: Pequeños gigantes

"Jugar a nuestro baloncesto, y a partir de ahí comenzaremos a mirar el marcador, no antes", era algo que nos veníamos repitiendo desde que comenzó nuestra andadura por la Copa Primavera, allá por dieciseisavos de final, y vaya si lo hicimos.

Éramos ese mismo grupo que a principios de temporada nos costaba pasar el balón, y que en esta copa hubo momentos en los que nadie tiraba porque había un compañero que tenía una mejor opción de tiro.

Éramos ese mismo grupo que a principio de temporada nos quedábamos quietos esperando a que nos pasarán el balón, y que en esta copa tuvimos momentos en el que nadie estaba quieto, teniendo o no el balón.

Éramos ese mismo grupo que a principio de temporada nos echábamos las culpas de por qué acababan de anotarnos una canasta, y que en esta copa llegó a reinar por momentos la solidaridad defensiva.

Éramos ese mismo grupo que a principio de temporada era un grupo de niños que jugaban juntos, pero que ahora éramos un equipo.

Costaba no ilusionarse después de enfrentarnos a dos equipos a priori superiores a nosotros, ya sea por resultados a lo largo de la temporada, o por vernos superados completamente a nivel físico, y sacar victorias cimentadas principalmente en nuestro baloncesto, en el de la generosidad y la solidaridad, en el de usar la cabeza, y en el de la paciencia y las decisiones simples.

Por supuesto que siempre, en tramos de partidos, perdíamos nuestro baloncesto, y volvíamos a olvidarnos un poquito de ello, pero no son cosas que se aprenden de la noche a la mañana.

Y todo esto que nos queda por aprender y desarrollar, se encargaron de hacernos recordarlas en cuartos de final, algo que debemos agradecer.

Pero esta eliminación nos deja un buen sabor de boca, la sensación de haber cumplido muchas metas, de haber evolucionado esta temporada todos juntos, de cargar las ganas de seguir trabajando y de, por supuesto, ver como incluso en este partido, en el que nos vimos superados, salimos con una sonrisa y disfrutando de este deporte tan especial.

Ha sido un bonito broche a esta temporada repleta de altibajos, de partidos muy buenos, partidos muy malos, de semanas de entrenamiento pletóricas, y otras que no tanto. Ha sido una gran forma de acabar y de demostrarnos a nosotros mismos, que aún podemos dar mucho más, como jugadores y como equipo, y aún más importante, como personas.

Agradecer a todos los padres por estar ahí siempre, en los entrenamientos, en los partidos, sobre todo en esos partidos complicados en los que el desánimo nos ganaba. Y de disfrutar con nosotros, de aquellos donde la alegría era una constante.

Y solo queda aplaudir a cada integrante del equipo y agradecer el esfuerzo y las risas en los entrenamientos y partidos, en especial, en esos momentos que tanto necesitábamos una carcajada general.

Espero que esta temporada haya hecho a cada uno de ellos querer jugar aún más al baloncesto, y que la hayan disfrutado tanto como yo.

Los pequeños gigantes: Manu, David, Mateo, Diego, Sandro, Nico, Lucas, Javi, Hadri, Anxo, Jose.