"Mientras dura la mala racha pierdo todo. Se me caen las cosas de los bolsillos y de la memoria: pierdo llaves. lapiceras, dinero, documentos, nombres, caras, palabras. Yo no se si será gualicho de alguien que me quiere mal y me piensa peor, o pura casualidad, pero a veces el bajón demora en irse y yo ando de pérdida en pérdida, pierdo lo que encuentro, no encuentro lo que busco, y siento mucho miedo de que se me caiga la vida en alguna distracción"
(Eduardo Galeano, "La mala racha").
Toscamente, como el coche que es estrella contra el cristal cuando lo fácil es entrar por la puerta del Pazo dos Deportes, aparecimos amanecidas en Arteixo, con la somnolencia de las vacaciones y una pereza inusitada en las piernas que nos hace dudar de que algún día habrán saltado o corrido. Los días felices son así, sofá, peli y manta, y no me saques de mi zona cómoda que si me gritas mucho igual te pregunto: "¿y tú quién eres?"
La cosa es que Arteixo no viene en el mismo plan, y recibir la primera canasta y pasar 4 minutos con ese insoportable 2-0 se nos hace un mundo. Fallar y fallar debajo del aro lo que en otro tiempo era irnos de 10 en un plisplás, desarmarnos en cada penetración porque la confianza se esfumó en el calentamiento, con los tablerazos de unas manos que no parecen nuestras.
(10-7) en el primer cuarto y no hay manera de que la pelota entre. En el segundo parecemos coger carrerilla, (5-13) y ya estamos por delante, con un escueto marcador de 5 puntos arriba. No nos preocupan los 3 tiros libres anotados de 10, ni la falta de acierto en todo lo que intentamos, nos desconcierta el cansancio y la cabeza que no vuelve. Menos mal que la grada despierta tímidamente y nos empuja con los pies por delante.
¿A cuántos santos hay que invocar en el descanso para cambiar las tornas?
¿Seguimos mirando para otro lado o reconocemos que hoy no estamos y que vamos a intentar salvar el partido, porque al juego no se lo espera? Quizás es el día de la cura de humildad, de la resiliencia y de demostrar que por debajo del cansancio nos queda el carácter.
Las rotaciones vuelan porque no nos queda nada en los pulmones, las piernas se aflojaron hace rato. Empieza el tercero y parece que nos vamos. Espejismo.
Frenazo en seco a las ilusiones. De repente el (5-7) nos parece perfecto, no anotamos una pero ellas tampoco. Quién iba a decir que 2 puntitos más serían tan valiosos al final.
En el último tramo, cuando ya parece que empezamos a disfrutar y a falta de 2 minutos vamos 11 arriba, lo damos por listo, pero no. Un cúmulo de errores en saques de fondo entregados al rival, una canasta en tu cara y ya están a 6.
Ahora un 2+1 a falta de pocos segundos y se quedan a 3. ¡Uff! Por fin se acabó la pesadilla. Hoy sufrimos, y mucho. Sobrevivimos a la tormenta, que no es poco, y nos vamos con la certeza de que pudimos perder. Vendrán días mejores, pero ¡qué suerte que ya hemos gastado el malo!
"Sólo las ilusiones nos ayudan a vivir. Un hombre que supiese toda la verdad, debería sentarse al borde del camino y llorar hasta la muerte" (Edmond Jaloux).
C.B. ARTEIXO (10+5+5+13) 33: Rodríguez, A., Quintáns, Mira, Rodríguez, S., Toja, Area, Senra y Fernández.
Entrenador: Iván García.
BÁSQUET CORUÑA LEYMA U16 (7+13+7+9) 36: Sofía Martínez, Sofía Cernadas, Iria Candal, Carla Castro, Adela Villar, Lilly García, Esther Veiga, Mayte Villca y Lucía Sande.
Entrenadoras: Edda Beltrán, Olalla Luaces y Laura Pozo.
