Homenaje a la grada Leyma 02

“Munchkinland”
En busca de una vida mejor “en algún lugar sobre el arcoiris”.
(El Mago de Oz)


Si el espantapájaros sin cerebro, el león cobarde y el hombre de hojalata sin corazón hubiesen jugado la pachanguita del viernes (partidazo según versiones), habrían entendido rápidamente las enseñanzas de Glinda: «Si no puedes encontrar el deseo de tu corazón en tu propio patio, entonces nunca lo perdiste realmente».

No sabemos qué tipo de disparate tuvo lugar en la pista del IES Sardiñeira, pero de lo que estamos seguros es de que las niñas del Leyma 02 nunca van a olvidar este disputadísimo partido en el que salían disparadas de la pista sin contemplaciones, les quitaban los balones de las manos con contactos más próximos a otras modalidades deportivas, o se morían de risa ante algún intento de ensayo.

La cuestión es que 10 intrépidos e intrépidas que llevan toda la temporada y más sacrificando horas de sueño, de descanso, o incluso corriendo desde el trabajo para traer a las niñas a los entrenamientos y los partidos, accedieron a ponerse de corto para ellas sin importar el ridículo, el error o el hecho de que alguno nunca había probado a jugar a esto de pasarla por el aro.
A todos los que hicisteis posible este año inolvidable, gracias por ayudarme a hacerles creer la ilusión de Oz: “el "mago" es un hombre normal y corriente (que, de hecho, luego revelará que era un aeronauta de Kansas que llegó a Oz en globo) que usa trucos de ilusionista para parecer un mago.” Va por vosotros/as! 

Leyma 02: Cecilia (capitana) y Rafa, abnegados sufridores de la pesada que cargó el equipo a los hombros de su hija, Inma y Tito (entrenador de la grada), que con su experiencia pusieron temple en las situaciones más difíciles, Elena y Jose, exquisitos en las maneras y cómplices absolutos en las decisiones no siempre agradables, Ángela y Javier, sufridores y animosos pero siempre colaboradores y con el sentimiento a flor de piel, María y Javier (no se preocupen, no es el mismo Javier), que quisieron creer con los ojos cerrados que aquello acabaría bien, Mari y Pepe, que recién llegados al deporte nos dieron una lección de lo que es hacer equipo (Pepe, deja de contagiarte de las lesiones de tu hija, esperamos que te recuperes pronto) , Paula y Ramón, que apretaron los dientes y entendieron que se trataba de la paciencia, Sandra y César, que animaron como nadie y aprendieron reglamento, Sandro y Lucy, que entendieron que la organización es imprescindible para que suene la música, Lucía y Luis, que intuyeron que allí pasaba algo bueno aunque no tuviesen muy claro el qué, y sobre todo Isabel y Melchor, que demostraron que se puede ser equipo y dar ejemplo en las peores circunstancias. 

Pero por suerte para vuestras hijas…“No hay lugar como el hogar”. 

Os esperamos la temporada que viene para seguir dándolo todo. 

DE CORAZÓN, GRACIAS, GRADA. SE OS QUIERE!